lunes, 19 de septiembre de 2016

La noche insomne de Neil Young

El último de su trilogía de la desdicha (o de la desesperanza, o como quiera llamársele) es el disco más pesimista de cuantos ha compuesto Neil Young. Nada había en el agridulce y melancólico Harvest (1972) (tal vez The Needle and the Damage Done) que hiciera presagiar el agujero hacia el que se precipitaría a continuación, primero cometiendo suicidio comercial con Time Fades Away (1973), disco denso en que se despoja de la dulzura y los hits para grabar en directo lamentos personales relacionados con la fama, y después fingiendo optimismo al final del túnel con el muy deprimente On the Beach (1974) ("Good times are comin'/I hear it everywhere I go/Good times are comin'/But they sure are comin' slow."). Pero si ya era acusado el declive anímico tras estos dos trabajos, el cierre de la trilogía vendría a cristalizar los fantasmas de un Neil por aquel entonces sumido en la más absoluta miseria emocional.


Tonight's the Night (1975) es un álbum contenido de fantasmas del pasado, 45 minutos de sentimiento de culpa y sufrimiento por la pérdida. Ni siquiera se permite el color en su portada, en la que Young aparece rodeado de oscuridad y esconde sus ojos tras gafas de sol. Neil, que ya se encontraba sumergido en una vorágine de alcohol y drogas, debe afrontar la repentina muerte de dos de sus mejores amigos (Bruce Berry y Danny Whitten, recientemente fallecidos por sobredosis), tragedia de la que, para colmo, se siente directamente responsable. Tonight's the Night es la canalización de semejante cóctel autodestructivo a formato long play.

Conceptualmente, el disco es un recorrido a través de la memoria y el arrepentimiento en una de esas noches en las que el dolor no deja dormir. Comienzo y final son dos versiones de la pieza que da nombre al disco, sugiriendo así que todo lo contenido entre ellas es una pequeña parte de esa interminable noche (noches, en realidad) de angustia, y que una vez acabada la música queda todo el dolor nunca expresado en canciones. Canciones que aquí representan pensamientos y recuerdos, de modo que cortes tristes y alegres duelen por igual, los primeros por su naturaleza deprimente y los segundos por hacernos cobrar conciencia de lo irreparable de lo perdido (Come on Baby Let's Go Downtown, por ejemplo, es un tema upbeat en que Young comparte voz con el ya difunto Whitten). La música brilla por la delicadeza de su instrumentación y la desnudez emocional de Neil, que está desgarradoramente vulnerable hasta el punto de confesar un plagio que no lo es tanto ("I'm singin' this borrowed tune/I took from the Rolling Stones/Alone in this empty room/Too wasted to write my own."), de desafinar forzando la voz ("Ain't got nothing on those/Feelings that I had."), o hasta de perderla en una súplica desesperada ("Please take my advice/Please take my advice/Open up your tired eyes/Open up your tired eyes."). Nunca había estado el músico en tan mal estado y nunca había sido tan transparente al respecto, algo que dice mucho viniendo de un artista tan íntimo y romántico.


Reducido a unos cuantos adjetivos que me ayuden a resumirlo, Tonight's the Night es honesto, amargo, frágil y extremo sin ser nunca lúgubre, gráfico, excesivo ni desagradable. Es el trabajo musical que mejor encapsula el sentir de su década, unos 70 resacosos de optimismo hippy, y el techo artístico de Neil Young, el mayor romántico de la historia del rock.

Veinte años después le tocaría lidiar con que Cobain le citase en su nota de suicidio, por si se le había pasado el trauma.

2 comentarios:

  1. Wow!, pero que notable artículo de un aún más notable disco, a mi me parece fascinante todo el tramo que va desde el repentino e inesperado súper éxito del Harvest hasta este álbum, una peculiar y maravillosa manera de tocar fondo, es obvio que la música que los artistas componen esta en cierta concordancia con sus circunstancias personales o públicas, pero pocas veces se ve una progresión con este nivel de sintonía entre una y la otra cosa, un reflejo tan nítido de como la interioridad del viejo Neil se canaliza en su música y nos comunica su situación de una forma mucho más directa y explícita de lo que un reportaje periodístico o un documental dedicado a este período podrían transmitirnos, a través de esos discos (estos auténticos registros de la verdad emocional de Neil) se puede saber y sentir como se van tornando la orientación e intensidad de su persona, y en definitiva no se puede sino reconocer la majestuosidad de este oscuro clímax que, curiosamente, fue grabado en medio de la trilogía, sino me equivoco fue registrado antes de On the Beach, por lo que es muy significativo que lo haya publicado después, como si inconscientemente hubiera un impulso por una mayor coherencia temática que se presenta en esa sucesión no cronológica, en general es muy significativa esa década para Neil, su mejor etapa creativa de la mano con sus momentos más intensos, sin contar que a esto siguieron otros sucesos de distinta índole como sus problemas familiares o la pérdida del Chrome Dreams, y aun así, considerando todo esto, cuando para mí su cima creativa siempre se representara en el integro y austero Everybody Knows this is Nowhere y el emocional y conmovedor After the Gold Rush, la "ditch trilogy" no es sino la suma de una genialidad que posee un magnetismo sombrío, ciertamente irresistible pero que a la vez es profundamente humano, y en el caso de Tonight's the Night, de una honestidad que no recae en excesos como tú dices, a pesar de provenir de un ánimo recaído, me alegra mucho haber encontrado tú canal y este blog, se agradece el aporte. Saludos!

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    1. Da gusto recibir comentarios como el tuyo, y siempre alegra encontrar a alguien que aprecia la música de Neil.

      Everybody Knows This Is Nowhere y After the Gold Rush también entran entre mis preferidos del canadiense, y para mí su etapa dorada es todo lo que va desde Everybody hasta Rust Never Sleeps con la única excepción de Long May You Run, un disco regular. También me gustaría aclarar que tanto su primer disco como los tres que hizo justo tras Rust Never Sleeps (sobre todo Hawks and Doves y Trans) me parecen muy buenos discos, frecuentemente infravalorados por el pecado de vivir a la sombra de la incomparable racha de discazos que comentamos.

      Ah, y no te equivocas, On the Beach es en realidad posterior a Tonight's the Night. Siendo una absoluta maravilla, a mí es el que menos me gusta de los tres de la trilogía, aunque eso no quiere decir nada, porque vaya trilogía.

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